Al comienzo de la entrevista en el programa Perdidos en el Espacio, Marcelo Figueras se refirió a su canción Dos de dos: “Sale de esas asignaturas pendientes que uno tiene en la vida. Había tenido algunas bandas en algún momento y habíamos hecho ruido en la juventud, y después ocurrió la vida y fue quedando ahí. Un poco alentado por la cercanía del Indio (Solari) y de Gaspar Benegas, me animé a mostrarle la canción a Gaspar y a pedirle si no me daba una mano. No solo me dijo que sí, sino que se cargó la producción entera. Entre él y Valentina Cooke me dieron una mano enorme”.
Por otra parte, al respecto de su última novela Valecuatro, expresó: “A lo que yo le atribuyo haber detonado la necesidad de contar esta historia en particular fue el segundo semestre del 2023. Uno empezaba a ver el fenómeno Milei y en ese momento me empecé a acordar de cosas de mi secundaria que transcurrió en dictadura. Me empezó a sorprender por qué me estaban aflorando todos estos recuerdos, siendo que no soy 'nostalgioso', y empecé a pensar que había algo en el clima que de alguna manera me retrotraía a aquel momento”.
En ese sentido, continuó: “Sentí que tenía ver con esta sensación de que acá se está cocinando algo muy jodido y no nos estamos dando cuenta. En ese contexto fue que dije que a lo mejor esta historia puede servirle a alguien, no solo como una colección de anécdotas sino para reflexionar sobre eso. Digo, cuántas veces vemos pasar el tren de la historia adelante nuestro y no percibimos el peligro”. A lo que agregó: “La experiencia puertas adentro del colegio, como el colegio se empezó a poner autoritario, fue uno de los primeros signos que tuve de lo que puertas afuera estaba pasando algo”.
“Mi intención era tratar de dramatizar de alguna manera esta sensación que tenía de que todo el mundo estaba sobreactuando una normalidad que no existía. Un poco ahí fue donde también me empezó a sonar la alarma a partir de esta expresión tan contemporánea del 'fingir demencia'. Ahora todos decimos eso en determinadas circunstancias, pero en realidad lo que estamos fingiendo es normalidad, estamos fingiendo que acá no cambia nada. No estaba todo normal en 1976 así como no está todo normal ahora, obviamente hay muchas diferencias”, señaló el ensayista.
Al respecto del recurso de hablarle al lector, manifestó: “Fue algo que nació con la narración, no fue algo que impuse. Era como la voz que yo necesitaba para poder contar esto y supongo que tiene que ver con la apelación al juego del truco”. Mientras que añadió: “Como la idea del truco era absolutamente fundante al relato y yo sabía que algo de las reglas iba a tener que contar, de repente me surgió esto de blanquear las reglas entre la persona que está escribiendo y la persona que va a leer. ¿Cómo funciona esto? Acá hay un ida y vuelta, yo te estoy invitando a jugar a algo. Por un lado está el truco pero por el otro lado está el juego de la literatura”.
Ya sobre el cierre de la nota, Figueras concluyó: “¿Qué nos ocurre o qué no nos ocurre como para que no seamos conscientes de los signos que te van avisando que hay una oscuridad que se acerca? Esa es la pregunta que está atrás de todo. Una cosa, reflexiona uno, es que me haya pasado a mi cuando tenía 14 años en el medio de una dictadura que había hecho un culto del ocultamiento. Una cosa es eso, pero otra cosa es que 40 años después nos vuelva a pasar algo parecido. ¿Cómo puede ser que habiendo vivido un horror de semejante naturaleza, no hayamos generado los suficientes anticuerpos para advertir a tiempo y poner un mínimo freno a determinadas actitudes?”.