Tras la protesta que miles de becarios e investigadores realizaron en las puertas del Polo Científico y Tecnológico de Palermo, en CABA; Anabela Srebrow, integrante del CONICET explicó “lo que nos está pasando en el campo es una situación que nosotros evaluamos como catastrófica, por eso ayer el paralelismo con la nieve tóxica de El Eternauta, ”. Y puntualmente, al referirse a la falta de financiamiento para los equipos de investigación y al recorte de las becas enfatizó: “Es una catástrofe, estamos llegando al borde de una parálisis, porque la mayoría de los grupos de trabajo estamos llegando al momento de tener 0 recursos para comprar los materiales que usamos, que son caros; reparar los equipamientos que se va rompiendo y sostener las estructuras edilicias de las instituciones también”.
En contacto con “Napalm” por Radio Provincia denunció: “Estamos abriendo la heladera y viendo qué nos queda y usando los reactivos hasta que se agoten, porque no tenemos la certeza de si, en algún momento, vamos a tener algún desembolso de Gobierno” cuando en muchos casos “eran programas de financiamiento que ya estaban en ejecución”.
La vicedirectora del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencia apuntó al discurso del gobierno nacional y señaló: “No es lo mismo estar corto de recursos; que estar cortos de recursos y que además te digan que nos servís para nada. Es una combinación bastante difícil y angustiante de llevar adelante”.
Seguido recordó el exabrupto del por entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo que mandaba a los científicos a lavar los platos y consideró que “lo que estamos viviendo no tiene precedentes” ya que “lo de Cavallo era una chicanita, pero el nivel de desprecio, de agresión y de desinterés que hay ahora, es muchísimo mayor. Yo personalmente nunca lo viví nunca” al tiempo que manifestó: “Quiero pensar que lo de Onganía quedó atrás. Que no vamos a retroceder tanto”.
Asimismo admitió que “algo habremos hecho mal para no comunicar que servíamos, o en trasmitir lo que hacemos y que se entienda lo importante que es la ciencia y la tecnología para el desarrollo y el crecimiento del país”. Pero aclaró que “si hay algo que no es la comunidad científica, es ñoqui”, ya que el esfuerzo de capacitación es inmenso”. Y en ese sentido, lamentó “lo que sí está claro es que estamos viviendo una fuga de cerebros de nuevo” porque “la gente más joven que tiene mucha carrera por delante y el peor salario, considera como opción el pasaje para irse al exterior porque ve que las posibilidades son muy escasas y hay un panorama muy desolador. Y eso es lo que más preocupa y angustia”.