Ante el disruptivo anuncio de la vuelta del canal Paka Paka, Miguel Rur, exproductor general de la señal estatal considera que los ataques a la propuesta audiovisual para el público infantil exceden el desconocimiento y evidencian “una incapacidad de ver al otro y empatizar con él” ya que “hay crueldad (en las palabras utilizadas), ya que se lo vé a ese otro pero se le dice que no sirve para nada”.
En contacto con “Napalm”, por “Radio Provincia” reconoció que le “gusta hablar de la historia de la señal infantil “porque la conozco desde el momemto cero” ya que empezó a participar de la organización cunado en 2006 se crean Encuentro y Paka Paka “dentro del ministerio de Educación para repartir materiales en todas las escuelas del país (…) Y luego hasta el 2023 fui trabajando allí y ascendiendo”.
En ese marco denunció la “perversión” en el uso de las palabras dado que se ustiliza la palabra “adoctrinamiento para todo lo que no gusta o no se comparte” y consideró que este es un accionar “despectivo y plantea un desconocimiento absoluto de lo que es Paka Paka, ya que tuvo un montón de programas, además de Zamba”.
“El canal tenía muchos programas que mostraba a los chicos y chicas argentinas contando sus historias. Y allí no había adoctrinamiento, lo que había era una defensa de lo nacional y lo federal, que fue el planteo que tuvimos con el canal desde el principio”; y por lo tanto allí se podía “escuchar las voces de los chicos de todo el país y conocer tonadas, música y paisajes”, detalló. Y continuó: “El tema es Zamba porque plantea viajar por la historia y propone que los héroes del pasado fueron personas de carne y hueso, que hacen chistes… Eso es lo que empieza a molestar a los que son más viejos en el pensamiento”.
Rur analizó que “es la mirada de las historia en donde no nos ponemos de acuerdo. Ya que a mucha gente ultraconservadora, la irreverencia de un chico que juega con nuestros próceres le molesta…” porque “hay un encono con lo que es nacional, contra la visión de un país que incluye a todos los que lo habitan. Y Paka Paka lo que hacía era acercar eso”.
Seguido, señaló que “a raíz de esa situación empieza a haber una campaña de desprestigio hacia una propuesta que planteaba una alternativa a la enorme cantidad de canales extranjeros que hay”. Y en ese camino, cuando asumió la nueva administración nacional en un principio “pensábamos que lo iban a cerrar porque los consideraban un gasto y no una inversión en educación y cultura”, dijo.
Sin embargo, pese a las críticas, “se dieron cuenta que el canal es importante" porque los chicos “iban a los festivales de Tecnópolis disfrazados de nuestro próceres a cantar las canciones que nosotros inventamos” ya que la señal “generó empatía y aquerenciamiento” entre los más chicos.
Pues, “cuando hablan de Paka Paka, la gente lo reconoce como algo propio, nuestro, que se construyó desde cero, y que tiene un montón de contenido que se usan en las escuelas. Y eso es un valor agregado a la cultura de nuestro país. Por lo tanto, todo lo que puedan decir en contra queda corto porque no tiene nivel”, disparó.
Y por eso “se dieron cuento que les venía bien una marca que estaba tan bien instalada para poner sus opiniones” y en ese escenarios se inscribe “todo este ruido del posible lanzamiento en la señal de Tuttle Twins, que es la serie mormona de Estados Unidos que es muy peligrosa en cuanto al contenido porque está todo el tiempo haciendo una bajada de línea liberal donde el otro no tiene razón de ser. Y además fue criticado por todo el arco político argentino porque les parecía burdo”.
Finalmente, concluyó que “esto que proponen no está a parte de lo que ocurre con los docentes, los jubilados, en la marcha por la discapacidad y en el conflicto en el Hospital Garrahan” ya que lo que se propone “es la destrucción del Estado" y en su accionar "hay un gran desconocimiento y una perversión de las palabras, algo de crueldad y de desprecio por la vida humana”.