En conversación con Narraciones Extraordinarias por Radio Provincia AM1270, Adriana Riva expresó: “Quería reflejar un poco eso, sobre todo ahora que la expectativa de vida se ha extendido tanto, que en la vejez no son todas malas noticias, que también se puede sacar mucho de esa parte de la vida. El puntapié inicial fue mi madre que comparte muchas de las características de Ruth, que también es una mujer octogenaria, viuda, judía, amante del arte. Por supuesto después me adentré en el tema y empecé a ficcionalizar, pero tenía una referente muy cercana”.
“Quería mostrar que a esa edad se usan WhatsApp y los Zoom, pero por supuesto que no lo hacen con la naturalidad o la frescura que lo puede hacer alguien de nuestra edad”, manifestó la también periodista. “No estaba pensando en mi vejez, sino simplemente en las vejeces que veo que hay hoy en día, que tal vez cambien para cuando yo tenga esa edad porque veo que ya están cambiando con respecto a lo que eran las vejeces de antaño”, agregó.
Por último, señaló: “Uno les está atrás a sus padres y los infantiliza un poco. Muchas veces lo que veía era que gente mayor decía 'el pesado de mi hijo que me vuelve loca', esto de que saben cuidarse de sí mismos (…). Pasa esto un montón, cuando se invierten los roles y uno pasa a cuidar de los padres. Me parece que cada uno va viendo cómo tiene que lidiar con eso, no querría generalizar acá”.