El ingeniero en seguridad y químicos dio su parecer sobre la explosión y posterior incendio en el polígono industrial de Ezeiza, ubicado en la localidad de Spegazzini, donde el fuego arrasó con cinco galpones. Uno de ellos perteneciente a la empresa de acopio y logística Iron Mountain.
En comunicación con “Es un Montón”, por Radio Provincia 1270, Edgardo Castro, aseveró que “la realidad es que no estaban dadas las condiciones de seguridad porque sucedió un desastre”.
Agregó que “hay medidas de seguridad para tomar con sustancias que son peligrosas y evitar esto. Estas cosas pasan en algunos países, no en todos. Hay que ajustarse a un estricto procedimiento de seguridad e instalaciones para que si ocurre un siniestro quede confinado a tu planta”.
Seguido, explicó que en este caso “el foco principal fue la industria química que generó el mayor efecto”, al tiempo que agregó: “no se pueden poner inflamables y explosivos juntos (...) porque generan alto nivel de temperatura y el nitrato de amonio. Para que un explosivo detone tiene que tener un detonador y esas condiciones de presión y temperatura fue lo que pasó “porque estaban dadas las condiciones”.
Seguido, aseguró que “hay barreras, diseños que se hacen para que si pasan estas cosas sean un lugar focalizado y eso no sucedió”.
Por otra parte, se refirió al incendio del galpón de la empresa Iron Mountain que se dedica a guardar información de bancos y empresas y que ya va por el séptimo incendio en Argentina y 5 en el mundo “con las mismas características”, explicó el experto.
Explicó que “en la vista aérea Iron Mountain es el que está en mejor posición para no quemarse. El fuego remontó el viento para quemar Iron Mountain”.
Por su parte, Castro, señaló “la función de Iron Mountain es desaparecer información caliente”. Al tiempo que agregó que “la ciencia no te permite mentir” pero hay que esperar los peritajes.
Seguido, reveló que lo que le llama la atención es que “Iron Mountain estaba a cien metros, con viento a favor, entre la fábrica de cubiertas y Iron Mountain hay una calle y pinos, y uno puede sospechar que, con viento a favor, los pinos no se quemaron y la fábrica de Iron Mountain, si”.
Por último, remarcó que “las pericias van a decir cualquier cosa porque el lugar a peritar es tierra arrasada”, y arrojó un manto de sospecha porque “en esos galpones se guardaban documentación de algunos laboratorios”.