En diálogo con Historia Nocturna, el autor de "Historia de las derechas en Argentina" indicó que "uno puede decir que cada país tiene sus propias derechas. En el caso argentino, a inicios del siglo 20, cuando empiezan las olas inmigratorias, cuando llegan anarquistas, comunistas, se empiezan a hablar de derechas e izquierdas. Las derechas empiezan a tener algunas escisiones, una parte que era de educación liberal y reformista, empiezan a volverse conservadores. Nuestros liberales eran omnipotentes, no tenían nadie enfrente. Así el liberalismo conservador abrió el juego con la Ley Saenz Peña, porque abrió las puertas al radicalismo y al socialismo. Entonces otra parte de la derecha pensó que eso no convenía y repensaron la historia argentina en clave de la cruz y la espada, nacionalista y reaccionaria. Tienen un crecimiento importante, pero no tanto como el liberalismo conservador. Esas dos derechas tenían distintos proyectos de país y distintas interpretaciones del proyecto y origen de la patria. Incluso cuando colaboraban con las dictaduras del 55, del 76, pelean dentro del gobierno, hablan lenguajes distintos. Lo que vimos en los últimos años es que esas dos familias de derechas empiezan a imbricarse, hablando en contra de los derechos civiles básicos, siendo un punto de inflexión. La idea de hacer este libro era mostrar desde los orígenes de estas dos familias y su llegada a una colaboración constante y colaboración mutua".
El autor señaló que su libro recorre "la historia de las derechas desde fines del siglo 19 hasta Milei y es pensar estas dos familias de derecha, con la particularidad de no ser una historia porteñocéntrca, sino que le prestamos mucha atención a cómo en distintos períodos de aparente retroceso de la derecha a nivel electoral, al mismo tiempo tenían siempre una base de apoyo para volver a la carga en muchas provincias de Argentina. El porteñocentrismo hace ver como una sorpresa cuando la derecha vuelve a tener un rol importante en la política argentina". Seguido recordó, "por ejemplo, en 1983, cuando vuelve la democracia, si uno mira los resultados nacionales, la derecha casi no existe. Alsogaray mete dos diputados y no suman el 3% en el país. Pero si mirás por provincia, ves que las derechas ganaron en Corrientes, en San Juan, Bussi en Tucumán, Ulloa en Salta. Mirada desde Bs As la derecha había desaparecido, pero mirado desde las provincias, la derecha seguía ahí. En los 90 tenés a Patti y Aldo Rico en el conurbano".
En cuanto a la coyuntura actual, interpreta que si bien "hay un grupo de villarroelistas irredentos que siguen pensando en una clave distinta, la mayor parte hoy del nacionalismo reaccionario ya dejó de ser lo que era. Pensá en Nicolás Marquez, que está en el mileismo más puro. Van a quedar algunos liberales conservadores como López Murphy, o nacionalistas como Biondini, que están afuera y representan poco en relación a las fuerzas de Milei. En el macrismo, mucha gente lo criticaba por derecha. En cambio ahora Milei los representa mejor y eso representa una dinámica preocupante".
"La única vez que existió un partido que se dijo a sí mismo que era la derecha fue la Confederación de la Derecha en 1928. Después de eso la palabra derecha se usó cada vez menos. Había una idea de que no eran solamente la derecha, había cierto pragmatismo. Luego la derecha va cayendo en desuso y después de la revolución conservadora empiezan a llamarse de centro. Recién en la segunda década del siglo 21 hay un orgullo de ser de derecha. Hay una recuperación de ese orgullo y ese avance, que se produce después de casi cien años", aseveró.
Por último explicó que "en el fondo todo tiene que ver con las ideas. La derecha podrá ser más nacionalista, reaccionaria, conservadora. Lo que siempre quiere la derecha es un mundo ordenado jerárquicamente, donde haya quien manda y quien obedece, con supremacía de unos sobre otros. Algunos la justifican en un plan divino, otros en la naturaleza humana, otras en la superioridad racial, pero siempre estamos hablando de una derecha que tiene una fe, una conveniencia o una inapelabilidad de la jerarquía entre las personas, de que está el que está arriba y le corresponde, y está el que está abajo y tiene que obedecer".